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Ajuste de sistemas

Cuidado con el exceso de subgraves

Acabo de estar leyendo un post en el foro de Hispasonic que hablaba sobre el exceso de subgrave en algunas sonorizaciones.

Me ha dado que pensar, porque es algo que es frecuente encontrarse en algunas situaciones, y he pensado que sería una buena idea para otro artículo de este blog.



Personalmente, creo que un equipo de sonido para cualquier sonorización en directo debe estar escrupulosamente ajustado.

Una de las primeras claves del éxito de un concierto empieza por la relación entre el nivel de subgraves y el resto del equipo.

Evidentemente hay otras cuestiones a considerar en un ajuste de sistemas aparte de los niveles (tiempo, polaridad, respuesta…), pero en este caso me voy a centrar simplemente en el tema de nivel.

Un nivel de subgrave mal ajustado nos puede dar muchos problemas (a nosotros como técnicos de P.A, al grupo que está actuando en el escenario, al técnico de monitores e incluso al público que trata de disfrutar del concierto).

Por lo tanto, primero, escuchemos y analicemos la situación. Y después, tomemos las decisiones que consideremos más adecuadas…

 

Ajustando el nivel del subgrave.

La primera cuestión que debemos de tener en cuenta es qué tipo de evento vamos a sonorizar. No vamos a necesitar el mismo nivel de subgraves para un concierto de jazz, una conferencia o un festival de música electrónica. Cada evento tiene unas características propias y unas necesidades distintas, así que lo primero que tenemos que saber es cuánto nivel de subgrave vamos a precisar en nuestro sistema.

Un equipo de P.A. con exceso de subgraves nos va a generar un montón de problemas que simplemente no tendríamos si redujésemos el nivel de los subs.

Quizás pensaréis: «pero yo necesito mucho nivel de subgrave para conseguir la presión que todo el público espera en mi concierto de rock». No es cierto. O por lo menos para mi no lo es.

Una de las cuestiones que considero que más afectan a la calidad de las sonorizaciones es el exceso de subgraves. Los equipos han mejorado notoriamente en los últimos años y hoy en día podemos llegar más fácilmente a sobredimensionar los sistemas en la zona más baja del espectro. Una carga de graves excesiva puede afectar de forma crítica a aspectos tan fundamentales de nuestra mezcla como la inteligibilidad, básicamente por el efecto de enmascaramiento, especialmente crítico cuando un sonido de baja frecuencia llega con mayor amplitud que otros sonido de mayor frecuencia.

Enmascaramiento sonoro. Fuente: Wikipedia.

Por tanto, el primer ajuste del equipo sería decidir a qué nivel de subgrave queremos trabajar, cuidando especialmente la relación de energía que queremos en baja frecuencia. Por supuesto, no existe un nivel que nos sirva para todas las situaciones.

Evidentemente, esto es especialmente crítico con música en directo, con un amplio rango dinámico. Y mucho menos crítico en un festival de DJs, con música masterizada (y en ocasiones distorsionada) a niveles absurdos y muy poco factor cresta.

Los subgraves y los espacios cerrados.

Si hacemos nuestro concierto en un espacio grande y cerrado, la cosa se complica aún más.

Para empezar, tenemos que tener en cuenta que con el acoplamiento de subgraves con superficies podemos ganar hasta 12dB en ese rango de frecuencias.

Y además, es frecuente que estos espacios cerrados presenten una acústica complicada, con tiempos de reverberación altos especialmente en bajas frecuencias, con lo que el problema del enmascaramiento se vuelve mucho más crítico en estos espacios.

¿Y qué sucede con los medios graves?

Si estamos trabajando con equipos line arrays de un tamaño medio-grande, es posible también tener problemas en la zona de 100 a 350Hz.

Hay que tener en cuenta que un line array grande generará un aumento significativo de energía en graves, al ser mucho más eficaz en su direccionamiento (la longitud del line array nos indicará hasta que frecuencia se comportará de forma directiva).

Por lo tanto, con sistemas de line array muy grandes podemos tener excesiva acumulación de energía en la zona de 100 a 350 o 400Hz, que también puede ser crítico debido a que en esa zona del espectro suelen coincidir todos los instrumentos (guitarras, bajos, baterías, voces, teclados…).

 Nota: Si el artículo te ha parecido interesante, agradecería un comentario, o que lo compartas en alguna red social mediante el menú de la derecha. ¡Gracias!

 

 

 

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