Un poco de historia del ecualizador Pultec

Si hablamos del ecualizador Pultec nos referimos al modelo más emblemático de la compañía: el EQP-1A. Es uno de los ecualizadores más míticos en la historia de la grabación de audio.  Diseñado a principios de los años 50 por Ollie Summerland y Eugene Shenk, fundadores de la empresa estadounidense Pulse Techniques, este ecualizador pasivo con válvulas marcó un antes y un después en la forma en que se ecualizaba el sonido en el ámbito profesional.

Durante las décadas de 1950 y 1960, el Pultec EQP-1A se convirtió en una pieza estándar en estudios de radio, televisión y grabación. Fue parte integral del equipamiento en instalaciones como Capitol Studios, Motown y Atlantic Records. Su capacidad para suavizar y enriquecer el contenido frecuencial de una pista sin sonar agresivo lo hizo muy apreciado para voces, baterías, instrumentos de cuerda y mezclas completas.

Sin embargo, con la llegada de la tecnología de estado sólido y el auge de la producción digital, los equipos de válvulas como el Pultec fueron reemplazados en muchos estudios por alternativas más compactas, baratas o “transparentes”. Pulse Techniques dejó de fabricar los ecualizadores en los años 80, y por un tiempo estos dispositivos se convirtieron en reliquias difíciles de encontrar.

Con el resurgir del interés por el audio analógico en los años 90 y 2000, el Pultec vivió un renacimiento. En 2006, la marca fue revivida por Steve Jackson, quien comenzó a fabricar unidades EQP-1A completamente fieles a las originales, incluso usando especificaciones y componentes idénticos en la medida de lo posible. Además, otros fabricantes como Manley, Tube-Tech y Warm Audio comenzaron a lanzar sus propias versiones o interpretaciones modernizadas del circuito.

En paralelo, el mundo del software también adoptó al Pultec como modelo de referencia. Empresas como Universal Audio, Waves, Plugin Alliance y Softube han desarrollado emulaciones digitales que replican tanto las curvas de ecualización como las características no lineales de su circuito, incluyendo la saturación armónica de las válvulas.

Hoy en día, a pesar de que han pasado más de 70 años desde su lanzamiento, el Pultec sigue siendo relevante en los estudios de grabación.

Un diseño único: pasivo y con válvulas

Lo que distingue al ecualizador Pultec de otros ecualizadores es su arquitectura híbrida: se trata de un ecualizador pasivo, lo cual significa que no utiliza amplificadores activos dentro del circuito de ecualización para modificar la señal. En su lugar, la señal pasa por redes de filtros pasivos (resistencias, inductores y capacitores) que por sí solos modifican la respuesta en frecuencia pero acaban reduciendo el nivel de la señal. Para recuperar el volumen perdido, el Pultec añade una etapa amplificadora basada en válvulas al final de la cadena, que no solo aumenta la ganancia sino que introduce una sutil distorsión armónica que contribuye en gran medida a su característico sonido. Este tipo de diseños los encontramos también en equipos modernos, como podría ser el Manley Massive Passive (aunque el Manley tiene más bandas y curvas, es también pasivo y con amplificación a válvulas).

El Pultec EQP-1A ofrece controles sencillos pero muy poderosos: permite ajustar graves y agudos mediante dos bandas de ecualización. En la sección de graves, se puede seleccionar una frecuencia (20, 30, 60 o 100 Hz) y luego aplicar boost (realce), attenuation (atenuación), o ambos al mismo tiempo. Esta es una de las funciones más emblemáticas del Pultec: aplicar refuerzo y corte simultáneos sobre la misma frecuencia. Aunque a primera vista puede parecer contradictorio, esta técnica genera una curva de ecualización única —se realza una porción del espectro mientras que otra se reduce de forma adyacente— lo que crea un efecto ideal para limpiar y dar pegada a fuentes como el bombo o el bajo.

Aquí podemos ver la curva de respuesta del Pultec al combinar aumento y atenuación en 30Hz.

La sección de agudos nos permite elegir una frecuencia (de siete pasos entre 3 y 16 kHz) y aplicar realce con un filtro de campana (con ancho de banda ajustable), mientras que la atenuación se aplica con una curva de estantería (tipo shelving), perfecta para suavizar ligeramente excesos en frecuencias altas sin eliminar todo el brillo.

Uso actual

Hoy en día, el ecualizador Pultec sigue siendo una herramienta clave en todo tipo de producciones. Se utiliza en grabación, mezcla e incluso mastering, y muchos ingenieros lo describen como una especie de “magia sonora”: mejora las pistas con apenas unos ajustes, realzando el contenido frecuencial sin sonar quirúrgico o artificial. Su capacidad para engordar un bajo, realzar una voz o suavizar unos platos sin perder definición lo hace indispensable.

Sin embargo, a la hora de trabajar con ecualizadores tipo Pultec, yo mismo me he sorprendido muchas veces de los resultados obtenidos, pero no tenía muy claro qué estaba haciendo exactamente el ecualizador. Es decir, no me terminaban de encajar los ajustes del ecualizador con los sonidos obtenidos. Es cierto que si el sonido obtenido es el que buscas, no hay por qué darle más vueltas. Pero yo soy curioso, así que armado del analizador me he puesto a investigar. Por un lado, el contenido armónico que aportan diferentes emulaciones, y por otro, la respuesta en frecuencia y la combinación de sus filtros.

Os dejo este video en el que podréis ver exactamente cómo se comporta un Pultec EQP-1A.