Cada vez me gusta más utilizar micrófonos de condensador en sonorizaciones en directo. Aunque hoy en día lo más habitual sigue siendo encontrarnos con micrófonos dinámicos utilizando técnicas de microfonía cercana, cada vez es más frecuente ver más micrófonos de condensador en sonorizaciones en directo.

Hay tres creencias principales por las que posiblemente los micrófonos dinámicos sean los más utilizados en sonorizaciones en vivo:

1-Son menos propicios a generar realimentación o acoples.

2-Captan menos el ruido del escenario.

3-La diferencia sonora entre los micrófonos dinámicos y los micrófonos de condensador no es muy apreciable en un sistema de P.A.



¿Es esto cierto?

Si hablamos de los dos primeros factores, realmente más que de la tipología del micrófono, dependen del diseño que haya hecho el fabricante del mismo.

Estos dos problemas se controlan por completo mediante la respuesta en frecuencia, el patrón polar de direccionalidad y la interacción entre ellos: cómo varía el patrón polar en función de la frecuencia.

Muchas veces, el fabricante nos muestra un patrón polar para 1KHz, que digamos es el centro de la respuesta en frecuencia del micrófono. Sin embargo, para tener controlada la realimentación, el micrófono debería tener el mismo rechazo fuera del eje en todo su rango de frecuencia.

Normalmente, las altas frecuencias tienen peor control direccional (y es por esto que normalmente los acoples nos salen en frecuencias más o menos altas). El fabricante puede corregir estos problemas a través de ajustes acústicos en la cápsula, un diseño cuidadoso de la rejilla del micro y una corrección de ecualización en la circuitería del micrófono. Si todos estos ajustes se han hecho correctamente, un micrófono de condensador podrá tener un nivel de ganancia antes del feedback comparable a un dinámico como el típico Shure SM58.

Veamos un ejemplo:

AKG_C1000

En esta imagen estamos viendo la respuesta en frecuencia de un micrófono de condensador AKG C1000 cardioide. Como se puede ver, para 125Hz y para 8KHz y 16KHz, el patrón polar deja de ser cardioide y se vuelve casi subcardioide (con una respuesta entre los omnidireccionales y los cardioides, con unos 10dB de atenuación en la parte trasera y captación más ancha que el patrón cardioide).

Debido a esto, tendremos que tener especial cuidado con este micrófono en la zona de bajas frecuencias y en la de altas frecuencias.

Por tanto, podemos afirmar que la respuesta en frecuencia y el patrón polar tiene más influencia en la realimentación y la captura de sonidos no deseados que la tipología del micrófono (que sea dinámico o de condensador). Si utilizamos un micrófono dinámico que tenga un mal control del patrón polar en altas frecuencia tendremos igualmente muchos problemas de realimentación.

Evidentemente, los micrófonos de condensador son más sensibles, pero debido a esto también precisarán aplicar menos ganancia en el previo de micro que si utilizamos un micrófono dinámico.

Si hablamos del tercer factor («La diferencia sonora entre los micrófonos dinámicos y los micrófonos de condensador no es muy apreciable en un sistema de P.A.»), tampoco estoy de acuerdo. O más bien, muy malo tiene que ser el sistema de P.A. para no apreciar diferencias.

De cualquier forma, hay que tener cuidado a la hora de seleccionar los micrófonos que utilizamos en directo. Hoy en día, muchos micrófonos de condensador modernos de gran diafragma presentan bastantes realces en la zona más alta de su respuesta en frecuencia (lo que llamamos “aire”), que puede resultar beneficioso si los utilizamos en estudio de grabación, pero en directo nos pueden resultar muy problemáticos.

Diferencias sonoras

La principal diferencia de los micrófonos de condensador respecto a los dinámicos es su calidad sonora, ofreciendo una definición, detalle y respuesta a los transitorios mucho más definida. Esto no quiere decir que siempre sea mejor un micrófono de condensador. Los dinámicos suenan bien y a veces, son lo más adecuado para algunas fuentes sonoras.

Supongo que muchos de los que leáis este artículo ya conocéis las diferencias sonoras entre un micrófono dinámico y otro de condensador, pero para los que no dejo aquí una comparación:

Voz grabada con un Shure SM58 (dinámico)

 

Voz grabada con un Neumann U87 (condensador de gran diafragma)

Entonces, ¿utilizamos condensadores en directo?

Pues como todo en la vida, depende.

Si comparamos un micrófono de condensador y un micrófono dinámico, escucharemos una gran diferencia sonora: Un micro de condensador bien diseñado nos va a ofrecer un sonido mucho más preciso y detallado que un micrófono dinámico. Esto se debe a la tipología del diseño.

Además, la respuesta a los transitorios de los micrófonos dinámicos es más lenta que en los micrófonos de condensador.

Hay que valorar todos los condicionantes y decidir. Los micrófonos de condensador son más sensibles y más caros. Nos van a dar un sonido más definido y detallado. Si estoy sonorizando algo que precisa de ese detalle y definición, mi primera elección será un buen micro de condensador. Si voy a sonorizar una banda de crust que por si sola ya genera más de 100dB en escenario, pues igual prefiero evitar los condensadores y utilizar dinámicos, que aguantan mucho mejor tanto niveles altos de presión sonora como posibles golpes, caídas u otros malos tratos.

De cualquier forma, recordad que por utilizar micrófonos de condensador bien diseñados no deberíamos tener más problemas que con cualquier micrófono dinámico…